La práctica hace al maestro

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Hace treinta años, dos educadores de Hungría, László y Klara Polgar, decidieron desafiar la suposición popular de que las mujeres no tienen éxito en las áreas que requieren pensamiento espacial, como el ajedrez.

Además querían resaltar el poder  y el valor de la educación. El matrimonio Polgar educó en el hogar a sus tres hijas, y como parte de la educación de las niñas, comenzaron a jugar al ajedrez con sus padres a una edad muy joven.

--> Su formación sistemática y la práctica diaria de esta disciplina han dado sus frutos. En el año 2000, las tres hijas habían sido clasificadas entre las diez mejores jugadoras del mundo. La más joven, Judit, se había convertido en un gran maestro a los 15 años, rompiendo el récord anterior de la persona más joven en ganar ese título, en poder de Bobby Fischer, por un mes. Judit es hoy uno de los mejores jugadores del mundo y ha derrotado a casi todos los mejores jugadores masculinos.

En 1985, Benjamin Bloom, un profesor de educación en la Universidad de Chicago,publicó un libro que hoy es referencia obligada sobre el tema: “Desarrollo de talento en los jóvenes”, que examinó los factores críticos que contribuyen con el talento.

Echó una mirada retrospectiva de profundidad en la infancia de 120 personas de elite que habían ganado concursos internacionales o premios en campos que van desde la música y las artes a las matemáticas y la neurología.

Sorprendentemente, en el trabajo de Bloom no se encontraron  los indicadores que podrían haber predicho el éxito en base al talento natural de las personas. Asi es: investigaciones posteriores indican que no existe una correlación entre el CI (coeficiente de inteligencia) y el desempeño de expertos en campos tales como el ajedrez, la música, el deporte y la medicina. Las únicas diferencias innatas que resultan ser significativas y son importantes (sobre todo en los deportes) son la altura y el tamaño corporal. Pero de ahí en fuera, ni la talla ni el tamaño del cuerpo afectan.

Lo que verdaderamente importa para el éxito

Entonces, ¿Qué lo que se correlaciona con el éxito? Un dato que sobresale con mucha claridad en el trabajo de Bloom es éste: Todos los artistas y jugadores de excelencia que investigó habían practicado intensamente, había estudiado con maestros dedicados, y habían sido apoyados con entusiasmo por sus familias a lo largo de sus años de desarrollo.

Más tarde, al analizar desde otra perspectiva  el estudio pionero de Bloom, se reveló que la cantidad y calidad de la práctica SI fueron factores clave en el nivel de éxito alcanzado por los jóvenes.

Consistente y abrumadoramente, las pruebas demostraron que los expertos SIEMPRE  se hacen, no nacen. Estas conclusiones se basan en una investigación rigurosa y científica, verificable y reproducible. Estamos hablando de una  amplia variedad de áreas: cirugía, actuación, ajedrez, escritura de libros, programación de computadoras, ballet, música, aviación, la lucha contra el fuego, y muchas otras disciplinas.

Llegar a tener un  rendimiento realmente superior al de la mayoría de las demás personas, no es para los débiles de corazón ni para los impacientes. Su desarrollo requiere lucha, sacrificio y perseverancia. No hay atajos.

Si deseas sobresalir a nivel mundial en algo, te tomará al menos una década para conseguir el la experiencia necesaria, y tendrás que invertir ese tiempo sabiamente, a través de a practica deliberada. Práctica que se centra en tareas más allá de tus niveles actuales de competencia y comodidad.

Las ventajas de ser un experto mundial en algo

Pero después de tanto tiempo y dedicación, vienen las recompensas. El término “experto” a que me refiero aquí, no implica necesariamente una profesión: estamos hablando de deportistas, programadores de software, actores, cantantes, escritores…

En su libro “On writing” el novelista de fama mundial,  Stephen King, menciona que debe de escribir diario, durante varias horas. Para ello de encierra, libre de distracciones. Y lleva décadas haciéndolo. Practica todos los días, a pesar de ser ya famoso.

Los resultados: más de cincuenta libros escritos, todos ellos éxitos mundiales de ventas. Muchos de ellos, llevados al cine: “Carrie”, “Cujo”, “Christine”, “Bag of Bones”, etc.

Las ventas de sus libros, a lo largo de todos estos años, suman 350 millones de copias. Se estima (Forbes) que su fortuna ronda los 400 millones de dólares. Nada mal, como compensación a la práctica diaria de una disciplina, ¿no crees?

Miranda Gomez

DUENTE : expertodo.com