La importancia del rasurado en depilación láser Fuente: La importancia del rasurado en depilación láser

La importancia del rasurado en depilación láser

En este artículo vamos a comentar una de las preparaciones pre-tratamiento que, aunque no es la única, requiere la zona que va a ser tratada con depilación láser: haber sido rasurada con cuchilla o crema depilatoria el día de antes.

--> —¡Pero cómo me voy a rasurar el pelo, me saldrá más fuerte!

Esta afirmación, habitual en muchos de nuestros clientes, es incorrecta: no se ha encontrado ninguna evidencia científica que la sostenga. En realidad las características morfológicas del pelo nada tienen que ver con el rasurado al que ha sido sometido.

—Entonces, ¿por qué noto el pelo más fuerte cuando sale tras haber sido rasurado?

La respuesta es sencilla: por el tipo de corte producido. Tras una depilación por extracción, los nuevos pelos van naciendo poco a poco, terminando en punta, flexibles, por lo que al pasar la mano por ellos la sensación táctil percibida es de un leve cosquilleo. Por el contrario, al rasurar cortamos transversalmente esos pelos, de manera que la sensación experimentada al acariciarlos es la de un pelo más fuerte y resistente, ya que no termina en punta, si bien la calidad de este es la misma que antes del rasurado: ni más fuerte ni más débil.

—¿Y por qué tengo que rasurarme la zona antes de una depilación láser?

Para optimizar la absorción energética. Como bien sabemos, la energía aportada por el láser es absorbida por aquel tejido que encuentra en su camino con una concentración de cromóforos suficiente. En el caso de la depilación, pretendemos que la raíz, el folículo piloso y la protuberancia del pelo absorban la mayor cantidad de energía. Son, en todo caso, zonas que están por debajo de la epidermis. La parte visible del tallo del pelo, que puede ser eliminada por el rasurado, es un tejido no objetivo que absorberá energía desperdiciándola, reduciendo en consecuencia los incrementos de temperatura buscados. El calor transferido por conducción desde el tallo a las zonas objetivo es residual en comparación con lo que estos llegan a absorber directamente. Más adelante, y a través de un nuevo artículo, concretaremos y cuantificaremos cuanta energía se desperdicia cuando hay pelo a la vista. De momento, basta con conocer esta realidad.

Es importante indicar también que el rasurado debe realizarse la víspera de la sesión, siempre el día de antes; ya que, por poco agresivo que sea, produce una cierta irritación en la piel que provoca una tendencia de la misma a absorber energía del disparo, lo cual siempre hay que evitar. Esta irritación, por otro lado, puede llegar a convertirse en quemadura si se le aplica a continuación una fuente de luz como es el láser. Por ello y en base a nuestra experiencia, en DPILA recomendamos siempre rasurarse un día antes de la sesión para poder acudir a la depilación láser con una piel relajada y sin ningún tipo de alteración. Animamos de nuevo a leer "La primera vez en depilación láser" donde el lector podrá reciclar viejos conocimientos, por otro lado, convenientes de mantener en la memoria durante el tiempo que dura un tratamiento.

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