Meditando contra viento y marea
Resumen: Las condiciones óptimas para meditar son difíciles de encontrar en nuestros días. Pero es mejor intentar meditar en cualesquiera situaciones que dejar de hacerlo por completo.
Resumen: Las condiciones óptimas para meditar son difíciles de encontrar en nuestros días. Pero es mejor intentar meditar en cualesquiera situaciones que dejar de hacerlo por completo.
Palabras claves: Meditación en condiciones adversas, aislamiento del medio, ganar en intensidad.
Meditar es la única forma que tenemos para mirar en nuestro interior. Resulta una técnica muy recomendable cuando estamos inmersos en un proceso de cambios personales en el que necesitamos reafirmar nuestras perspectivas y valorar lo recorrido.
Pero como todos sabemos, las condiciones óptimas para la meditación no siempre nos acompañan y el tiempo es tan escurridizo como el agua de un manantial. De manera que meditar en circunstancias poco favorables de tiempo y espacio puede ser un obstáculo adicional para muchos.
Intentemos enfrentar el reto.
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El lugar.
Aunque parezca insólito, cuando se obtiene un adecuado nivel de concentración y se está suficientemente motivado, casi cualquier lugar en que nos encontremos es bueno para meditar: desde el asiento de un avión hasta un cuarto de baño. Lo principal es evitar las interrupciones.
Respirando a profundidad
Preparando la mente.
Limpia tu mente lo más rápido que puedas, con la práctica lo irás logrando. Emplea íconos mentales que te ayuden a centrarte en tus objetivos con la mayor rapidez posible y en cualquier circunstancia.
La relajación.
En condiciones óptimas, se recomienda la relajación progresiva, por partes del cuerpo. Pero en condiciones adversas puede intentarse mediante una vía más integrada, logrando la irradiación del aflojamiento a partir de un punto central como el flexo solar. Otra vez la práctica obrará milagros.
La meditación en sí.
En cuanto hayas obtenido un nivel adecuado de relajación y adecuación psíquica, podrás comenzar a emitir los mensajes o imágenes planificados desde tu mente. Te darás cuenta que con el tiempo lograrás un nivel de aislamiento del medio y concentración muy adecuados para lograr tus objetivos.
La calidad del proceso.
Toda vez meditando, intenta ganar en intensidad pues ya sabemos que andarás corto de tiempo o en cualquier momento serás interrumpido por azar. No obstante, mientras más tiempo logres mantener el proceso meditativo, mejores efectos tendrá.
No te desanimes ni molestes si al principio no consigues meditar tan bien como esperabas. Poco a poco irás aprendiendo el cómo y el dónde a pesar de los inconvenientes que puedan rodearte.
Jose Solano
Experto en Superacion Personal y Motivacion
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