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martes, 29 de enero de 2013

Me diagnosticaron tumor de laringe


Me diagnosticaron tumor de laringe

Allá por enero del 2006, comencé a tener una afonía persistente, tanto que me dificultaba la comunicación con otras personas, llegué a pensar en cartelitos explicativos. Los medicamentos comunes … nada.
Mas que nada mi compañera y la realidad me llevaron a una consulta médica. El especialista, en un rápido chequeo dijo “esto no me gusta”, “quiero que lo vea un cirujano de garganta”. Aquí, ambos nos comenzamos a preocupar. 
El cirujano (otorrinolaringólogo), me hizo una “laringoscopía”, y allí estaba, una hermosa llaga de algo más de 1 cm de diámetro, en la cuerda vocal izquierda. La miraba en la pantalla como si fuera de otra persona.  
--> Mientras redactaba el informe, nos comentaba que había que programar una “microcirugía” y luego resolver.
Estábamos a comienzos de abril del 2066. La intervención quedó fijada para el 31 de mayo siguiente. De todos modos, nos comentó que, aunque había que esperar el resultado de la biopsia, creía que era maligno, con un alto grado de curación, pero ……
Allí comenzó un periplo, visita a un cardiólogo, mi primer electrocardiograma (64años), un “centellograma”. Toda una experiencia ….. Y todo para asegurarse que el corazón aceptaría una anestesia general. Al día siguiente otros chequeos y el resultado …… TODO BIEN.
Finalmente llegó el 31 de mayo. Todo nervio entre nosotros. A las 12 horas lavado y prolijo, fuimos al “Sanatorio Americano”. Después de un rato, me hicieron pasar a una sala para que me cambiara y me pusiera un “chiripá”, una bata y una gorra (todo descartable) lástima no haber tenido una cámara fotográfica.
Así y en una camilla, después de un apretón de manos con mi compañera, me trasladaron  al quirófano (otra primera vez).
Alrededor de un imponente foco de luz central, me esperaban, el cirujano, un anestesista y 2 enfermeras. Medición de presión, vía intravenosa y conversación para “romper el hielo” hasta que a los 10 minutos o menos “se me borró todo”.
En algo mas de 1 hora me desperté en la sala de “cambiarme”, con ella a mi lado, con cara de asustada y pidiéndome que no hablara. No me podía controlar y en un susurro le contaba los detalles que recordaba (euforia post-anestesia). Callate por favor … y me seguía mirando con ojos muy grandes.  Así y en un par de horas, el permiso para irnos. Un taxi hasta casa, en silencio. Cada uno rumiando lo suyo.
Fueron 20 días bastante difíciles. El suspenso es atrapante en películas o libros, pero no en mi o “nuestra” garganta. Mi experiencia me permitía pensar en algo complicado, aunque como estaba recuperando la voz, me iba convenciendo que “se puede”.  Ella seguía sin hablar del tema.
Unos días después, no aguantó mas y me dijo; “dice el Dr. que las sospechas se confirmaron, clínicamente es maligno aunque hay que esperar el diagnóstico anatomopatológico.
Mientras tanto la tentación pudo más…..PC, Google “tumor laringe” buscar, ¡por favor!, miles y miles de páginas, a cual mas espeluznante. Decidimos parar eso y esperar.
Finalmente, en el teléfono un “está pronto” me permitió ir (solo) a un laboratorio especializado. Me entregaron un sobre con el informe. Agradecí y salí despacio, con el sobre que me pesaba en la mano húmeda.
El pedido al Señor, aunque mi compañera lo viene haciendo desde el comienzo. Afuera abrí el sobre, desplegué el informe “carcinoma epidermoide escamoso”, fue como un mal sueño, volví a leerlo, seguía diciendo lo mismo.
 Algunos minutos con la mente en blanco y comencé a reaccionar,  leí nuevamente el papelito, que hablaba de mí. Además de lo ya dicho, decía “baja mitosis”. Aquí mis ya casi borrados conocimientos de veterinaria, comenzaron a reaparecer, al impulso de la situación, creo que baja mitosis quiere decir de lento crecimiento. Eso es bueno !
Tomé el teléfono celular, pensé un ratito y llamé a mi compañera “tranquila que todo va a salir bien”
Antes de regresar a casa, pasé por un “Cyber”, Google “laringe carcinoma ……..” y entonces varias páginas coincidieron: “es altamente factible su curación o no regresión, con radioterapia y seguimiento por varios años.
Al dia siguiente al cirujano especialista, una nerviosa espera y el pronóstico, “esto es curable en una alto porcentaje”, (Dios mío … ponme dentro de la mayoría) “el cirujano seguía “con sesiones de radioterapia hemos tenido éxito…”. 
Asimismo fuí sometido a una “tomografía computarizada”, para verificar si no había “toque ganglionar”. Mas allá que había sido notificado que esto era difícil, porque las cuerdas vocales no tiene “circulación linfática”.
El resultado fue NEGATIVO. El abrazo que nos dimos al salir fue completo, de alivio, de apoyo, de trasmisión de emociones y sentimientos.
Un oncólogo nos indicó 35 sesiones de radioterapia.  Nos advirtió que el tratamiento puede causar irritación importante de garganta (talvez solo alimentación líquida) y quemaduras en la piel.
En julio (siempre de 2006) logramos un “lugarcito” en la famosa Clínica Oncológica y Radioterápica”. El 26 de julio, casi 6 meses después del comienzo de la afonía, llegó el gran primer día, mi (nuestra) primera sesión. Elegimos horario matutino.
Esa mañana, a las 5 am, este pobre ser, enemigo acérrimo de los madrugones, fue removido de la cama, inducido a una aplicada ducha y nos tomamos un bus a las 5.55 am. Antes de las 7 am nos anunciamos y después de una corta y tensa espera, el llamado, un técnico me hizo pasar a una sala y allí una camilla y aquello, algo como un enorme martillo casi sin mango, sobre la camilla, la bomba de cobalto 60.
El técnico me dijo, de lado en la camilla y acomodó mi cabeza y cuello, bajó el aparato y abrió una ventanita, “quieto dijo” y desapareció. A los pocos segundos el aparato emitió un sonido como de encendido lejano (todavía lo escucho) tnnnnnnnn …. Y comenzó, ya en silencio a emitir, lo que fuera.
Para que pasara el tiempo, comencé a contar los segundos (obvio, hasta 180), cosa que he hecho en otras circunstancias. Al terminar otro ruido, como un suspiro (mecánico)
Y reapareció el técnico, vuelta al otro lado sobre la camilla y otra vez …..
No sentí nada, nos dijimos hasta mañana y salí. En la calle le expliqué a ella, como pude, como era todo. Al llegar a casa, otro desayuno y a las tareas.
Al día siguiente, otra vez, madrugar, ducha, desayuno, el mismo bus, que cargaba casi la misma gente, clínica, técnico, camilla, 3 minutos de cada lado (conteo de segundos).
Las quemaduras en la piel no aparecieron, gracias a un gel de aloe que me aplicaba a diario y la inflamación de garganta la controlé con la ayuda de una mezcla de té de kombucha con hierbas medicinales, pude seguir tragando sin dificultades.
Pasaron las 35 sesiones, un mes y medio.
Tuve sí una irritación, que impidió una revisación inmediata por parte del cirujano, que por mi voz que se había recuperado, incluso antes de comenzar el tratamiento, me dijo “las cosas van bien”. A los 15 días nueva visita, esta vez con laringoscopio, resultó en “clínicamente curado”, pero por 4 años tiene que venir cada 6 meses a controlarse.
Estamos en el invierno del 2008, pronto tengo un nuevo control, pero sigo con buena voz y sin síntomas de algo raro…. Gracias a Dios.


by: doctorherbie |  

Sobre el Autor


Arnoldo Echavarren 
Veterinario jubilado (retirado) trabajando con plantas medicinales por más de 20 años. Investigación, producción y prueba de medicamentos en base a extractos de plantas medicinales.
Mayor información en mis sitios web:

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