ESTRATEGIAS PARA CONTROLAR EL MAL CARÁCTER
El mal carácter es uno de los grandes limitantes a la hora de conseguir tus objetivos empresariales y personales, además te afecta negativamente a tu bienestar y salud.
Como empresaria, el mal carácter puede dar al traste con tu negocio ya que te impedirá relacionarte fluidamente con tus clientes y colaboradores.
Es por ello que debes ponerle solución, porque es muy fácil dejarse llevar por esa dinámica del enfado que no te ayuda.
Te propongo en este artículo, salir de tu zona de confort y comenzar a trabajar tu mal carácter para que este no se interponga en el camino hacia tus metas.
A continuación te doy unas estrategias, para que puedas poner fin a tu mal carácter, con éxito.
Paciencia contigo misma y acéptate como eres (el carácter no es la personalidad)
El hecho de aceptarte tal como eres, provoca una reducción de tensión. Hay una máxima en yoga que dice: “Lo que se resiste persiste y lo que se relaja cede”. Relájate, acéptate tal como eres y simplemente entrénate para cambiar ese comportamiento.
El comportamiento no define a la persona y que controles tu mal carácter, no quiere decir que cambies tu forma de ser, tu esencia o lo que eres. No te definas nunca por tu comportamiento, tú eres tú y tu comportamiento es una conducta que puedes cambiar.
El aceptarte como eres, también implica aceptar a los demás como son y no crearte expectativas sobre otros, que al no cumplirse desencadenan tu enfado. No puedes controlar lo que hacen las otras personas, pero sí lo que haces tú. Si te tomas en serio esto de las expectativas, aunque te cueste, te vas a ahorrar mucho sufrimiento.
Contar
La técnica de contar hasta 10 es muy útil, y es un entrenamiento para comenzar a controlar tu carácter. Cuando se te presente una situación en la que te exasperes, cuenta hasta diez antes de explotar, luego si quieres explota, pero aguanta hasta diez. La siguiente vez contarás hasta 20 y la otra hasta 30.
Se trata de ir subiendo el tiempo en el que resistes la explosión, hasta que un día simplemente no explotas, te enfrías. Tómatelo como un juego y un reto, así será más fácil. No te castigues porque sigas explotando, puede ser que tardes un tiempo, un cambio de comportamiento como cualquier otro aprendizaje necesita su proceso.
Identifica y aléjate en la medida de lo posible de lo que te hace enfadar
Sería muy útil que identificaras qué cosas, personas o situaciones te hacen enfadar, para que puedas evitarlas en la medida de lo posible y de la poca utilidad que tengan algunas situaciones. Por ejemplo: en pro de dar nuestra opinión sobre todo, entramos en discusiones que no llegan a ninguna parte, y solo crean mal ambiente y un mal estar en ti.
Procura al contrario rodearte de gente positiva y de cosas que te generen emociones de tranquilidad y alegría, porque todo esto afectará tanto a tu bienestar personal como a tu vida y tus metas.
Silenciar la mente, relax
Practica regularmente la relajación y acallar la mente. Experimenta el no hablar por hablar y tener momentos de silencio. La filosofía TAO, me ha resultado de gran utilidad en este sentido. Muchas veces ese dialogo interno y el propio ego, nos empujan a querer llevar la razón y al enfado.
Te propongo un vídeo muy interesante que a mí personalmente me ayuda a calmarme:
Aplica estas estrategias y procura que el mal carácter no interfiera en tu desarrollo personal ni profesional.
Ana Zabaleta
“La Coach de la Empresaria”
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